jueves, 9 de junio de 2016

La energía perdida

Pierde energía buscando encajar en el cánon.
Pierde energía preocupándote de las apariencias.
Pierde energía buscando aprobación.
Pierde energía intentando quedar bien con todo el mundo.
Pierde energía cargando con la responsabilidad de los demás.
Pierde energía tratando de solucionar los problemas de los demás.
Pierde energía hablando de los demás.
Pierde energía pensando en la vida de los demás.
Pierde energía dejándote esclavizar por los demás.
Pierde energía manteniendo contacto con gente que te no te aporta nada.
Pierde energía con tus prejuicios.
Pierde energía pensando ansiosamente en el futuro.
Pierde energía cargando con el pasado.
Pierde energía dejándote bloquear por el miedo.
Pierde energía con vicios, adicciones y manías que te superan.
Pierde energía buscando la perfección.
Pierde energía acumulando cosas materiales.
Pierde energía pensando más en lo que no tienes que valorando lo que sí tienes.
Pierde energía esclavizándote de tus decisiones.
Pierde energía llegando tarde.
Pierde energía en esa ciudad asfixiante.
Pierde energía en ese trabajo que odias.
Pierde energía alimentándote mal.
Pierde energía creyéndote el centro del mundo.
Pierde energía hablando por hablar.
Pierde energía haciendo por hacer.
Pierde energía tratando de solucionar los errores surgidos por tu falta de atención y cuidado.
Pierde energía convirtiendo cosas sencillas en complicadas.
Pierde energía dejándolo para mañana.
Pierde energía ...

¿Sabes que podrías hacer con toda esa energía perdida? Dedicártela a ti. A conocerte. Para empezar a ser feliz.