Chenlo - O Porriño |
Es un lugar horrible porque no hay
centros comerciales, grandes avenidas, gente por doquier... por no haber no
hay ni modernos. Entiendo las reticencias, ¿qué urbanita querría vivir en
un sitio así? Es poco menos que irse a la jungla.
Lo curioso es que mucha gente que vive en el medio del monte también lo detesta. Es más, esa gente no vive en el medio del monte. Dile a un gallego que habita en un lugar apartado de grandes núcleos de población en una vivienda rodeada de vegetación a la que se llega mediante accesos un tanto deficientes que vive en el medio del monte. Con un poco de suerte no te retirará su amistad. Se enfadará, se indignará, lo tomará como un insulto y expondrá toda clase de ridículos argumentos para convertir su hogar en un lugar lo más urbano posible.
Comparo a la gente que le molesta este
comentario, en su mayoría jóvenes, con aquellos que reniegan de su idioma,
pongamos por caso el gallego, y se avergüenzan al hablarlo en público a
pesar de que pueda ser su lengua materna. Se trata de gente que no sabe valorar
su identidad, insegura y demasiado presionada por los estereotipos. E identifico a
los que creen que vivir en el medio del monte es algo necesariamente negativo
como personas incapaces de salir de su comodidad. Suelen ser los generadores de
estereotipos que los inseguros asumen. Normalmente, son incapaces de apreciar
las cosas buenas de aquello que desconocen. Repito que hablo sobre todo de
gente joven, los mayores no suelen andarse con estas estupideces.
Chandebrito-Nigrán (sendereando.es) |
En las aldeas y lugares
apartados todavía existe la idea de que ayudar a los demás no conlleva
necesariamente una contraprestación económica, el amor por los trabajos
artesanos se palpa y hombre y naturaleza conviven sin destruirse. La gente
parece feliz, desestresada. Sonríe y saluda. Te llevan en coche si te ven
andando por un carretera. Preguntas una dirección y te invitan a un café. En su
mayoría es gente sencilla que entiende las grandes cuestiones que preocupan a
la humanidad aunque no suele revestir sus conocimientos de un falso lenguaje
pomposo con la intención de hacer parecer que sabe más. Esta gente sabe lo que
es el trabajo duro. Buena parte de las nuevas generaciones que viven en el
medio del monte son otra historia desgraciadamente. Ellos mismos repudian el
lugar en el que habitan no sabiendo apreciar estas cosas.
O Caurel-Lugo (por Xosé Marra) |
Por otra parte, la gente se ha
acostumbrado a no aprovechar el tiempo para pensar aún disponiendo de ello.
¿Para qué reflexionar, darle vueltas a las cosas? No vaya a ser que pensar me
haga replantearme mis decisiones, descubrir que no estoy satisfecho con lo que
tengo. Pensar no está de moda y la gente se cansa de estar consigo misma con
una facilidad que asusta.
Por esto invito a todos los hiperactivos
del mundo y también a aquellos que tienen miedo a las reflexiones sobre uno
mismo que se vayan un tiempo a vivir al medio del monte, y, si no mueren en
el intento, seguro que la experiencia les hará más fuertes.
Yo vivo en la ciudad y me paso el día "en medio del monte"...el mejor sitio para respirar y darle vueltas a la cabeza hasta dar con la respuesta a todo. Por cierto, totalmente de acuerdo con el comentario de la "hiperactividad" ;D. Escribes muy bien!!
ResponderEliminarE isto pódese aplicar a moitas outras cousas. Á lingua por exemplo. O autoodio está á orde do día porque sempre nos viu imposto. Crecemos con el. Renegamos do noso porque dende sempre nos dixeron que todo o de fóra é mellor. Polo tanto todo o que nós temos non é tan válido como o que ten o resto. E iso fainos vítimas dun atraso social impepinable. O mesmo pasa co monte. Somos afortunados. Non vivimos nun terreno seco, árido ou asfaltado. Clima estable. Nin inundacións, nin cloacas, nin ríos contaminados. E por se non nos chega con saber isto é de sobra coñecido que todos os éxodos rurais que se produciron ao longo da historia foron a causa das crises nas grandes cidades. Por algo será.
ResponderEliminarGracias Raquel! Tener la posibilidad de pasar temporadas en el medio del monte y tener un huertecito en el que plantar alimentos para hacer esas recetas de abuela ya es la gloria, XD
ResponderEliminarAsí é Silvia. Hai demasiada xente cega neste senso. A chave está na educación en todos os ámbitos. Desgraciadamente, reeducar a sociedade require moito tempo. Pero está nas nosas mans ser parte de ese proceso.
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